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Asfalto: ‘y cuando supo cómo se elaboraba su marrón, enterró formalmente todos los tubos de ese color’
Una historia en color

Asfalto: ‘y cuando supo cómo se elaboraba su marrón, enterró formalmente todos los tubos de ese color’

El asfalto, también conocido como betún, es un buen ejemplo de un color que ha mantenido su nombre histórico, pero que, afortunadamente, hace ya tiempo que no se elabora a partir del verdadero asfalto. La historia de este color es algo lúgubre. Hasta principios del siglo XX, el pigmento marrón negrizo se elaboraba de momias egipcias molidas. No fue hasta principios del siglo XX cuando se desarrolló un marrón negrizo a base de pigmentos modernos y muy sólidos, dejando atrás las momias y el asfalto natural.

Asfalto: ‘y cuando supo cómo se elaboraba su marrón, enterró formalmente todos los tubos de ese color’

El origen de este color se remonta al antiguo Egipto, donde, entre otros materiales, se utilizaba el asfalto para momificar a los difuntos. La palabra momia deriva del árabe ‘mumya’, que significa literalmente betún. Para conservar los cuerpos para la eternidad, éstos se liaban en unas vendas de lino impregnadas en asfalto natural. El asfalto penetraba en la carne y los huesos, tiñiéndolo todo de marrón y asegurando una conservación excelente. Las momias de los faraones y de gente de alto rango, se sepultaban en sarcófagos, mientras que las del resto de personas y las de los animales sagrados como los gatos y los monos desaparecían en cuevas o en las ardientes arenas del desierto. No se sabe a quien se le ocurrió la idea, pero a partir del siglo XVII, estas momias se desenterraron a gran escala y se exportaron a Europa. Allí, se molieron en unos molinos especiales para momias; el polvo resultante se utilizó para la elaboración de pintura y de fármacos.

 

‘La venganza de las momias’

No todo el mundo conocía la procedencia de este polvo marrón negrizo tan especial. Dice la historia que un pintor del siglo XIV quedó tan trastornado al saber que su pintura se elaboraba a partir de los muertos, que cogió todos sus tubos de pintura y los enterró en el jardín, para darles por lo menos un entierro digno. A finales del siglo XIV, el abastecimiento de momias egipcias a Europa era de tal magnitud que se utilizaban como combustible para los trenes de vapor. En América, las vendas se utilizaban como materia prima en la industria del papel; pero no fue por mucho tiempo, ya que surgió una epidemia de cólera entre la gente que había estado en contacto con el papel. Esa epidemia se atribuyó a la ‘venganza de las momias’.

 

Asesino de cuadros

El asfalto es una substancia resinosa, obtenida de la evaporización de componentes volátiles del petróleo que salen a la superficie. Hay diversos lugares en el mundo donde encontramos lagos de asfalto. El más grande se encuentra en Trinidad y actualmente, aún es una fuente de extracción de betún natural. En el Oriente Medio, en la antigüedad, el asfalto se extraía principalmente del Mar Rojo, donde aparecía de forma sólida a través de grietas en la tierra y cálidas aguas manatiales. Para la fabricación de pintura al óleo, no sólo se utilizaban las momias molidas, sino también este asfalto natural. El asfalto se disolvía en aceite de linaza previamente calentado. El asfalto debe considerarse como un colorante (los pigmentos que se utilizan en la pintura al óleo no pueden disolverse en el aceite), con todas sus propiedades negativas. En general, los colorantes tienden a ‘sangrar’; el color penetra en otras capas de pintura o se esparce por los alrededores, incluso cuando las capas de pintura ya están secas. Pero el asfalto tiene más consecuencias negativas. Hace que la película de pintura se arrugue y se contraiga hasta no quedar casi nada de pintura. Además, evita que la pintura se seque correctamente, haciendo que la pintura se deforme fácilmente cuando se producen cambios de temperatura. En definitiva, un desastre para todo cuadro al óleo.

 

Pigmentos fiables

No es extraño, pues, que a lo largo del tiempo se hayan buscado otras alternativas. Las momias molidas y el asfalto natural se utilizaron en la pintura al óleo hasta principios del siglo XX, pero desaparecieron del mundo de la pintura artística a partir de ese momento. Hace ya muchas generaciones que el color Asfalto de la gama de óleo Rembrandt se fabrica a base de modernos pigmentos muy sólidos.

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