Zarina Situmorang

Una chispa de la infancia

Cuando tenía 4 años, visitó por primera vez una escuela de arte y quedó inmediatamente hechizada por la magia del arte (y también por el hecho de que recibió una A+ por su dibujo lineal de una casa torcida). Debido a problemas financieros, no pudo continuar el curso en esa escuela después de unas semanas. Desde entonces, cada vez que veía a un artista sentado dibujando en el museo, se sentía encantada.

Eligiendo arte

Zarina intentó convertirse en periodista, pero aún no podía dejar de lado el pensamiento de que nunca se convertiría en artista. Por eso, a la edad de 19 años, dejó la universidad donde estudiaba periodismo y comenzó su viaje artístico.

Emoción en cada trazo

El arte de Zarina está fuertemente influenciado por su amor por la literatura rusa clásica y su formación periodística. Ella siente que el componente visual y el significado detrás de la imagen son de igual importancia. “Me gusta tomar una historia profundamente personal y mostrar su aspecto atemporal. Una de mis pasiones es pintar manos y mostrar emociones a través de ellas.”

Empoderando la creatividad

Su arte está inspirado en emociones y sentimientos. Lo que sucede dentro y fuera de la mente de las personas. Esperanza, fe, apoyo, duda de uno mismo: todos estos son temas que le interesan. “¡Y la luz! Los cambios de valores, temperaturas. Si fuera un bicho, probablemente sería uno de esos que golpean sin cesar contra las bombillas. Sí, definitivamente.” En términos de arte, le encantan tanto los enfoques tradicionales de la pintura como las tendencias del arte contemporáneo, lo cual se refleja en su trabajo.