The Old Masters’ palette and its relevance today
The Old Masters’ palette and its relevance today

Una paleta limitada como fuente de creatividad

Cuando pensamos en los grandes pintores del siglo XVII, Rembrandt, Vermeer, Hals, inmediatamente vemos su magistral uso de la luz, sus composiciones dramáticas y sus cálidas y profundas combinaciones de colores. Pero un aspecto que a menudo queda infravalorado es la paleta con la que trabajaban. No solo su técnica, sino precisamente la elección y la limitación de los pigmentos constituían la base de vuestro lenguaje visual. En una época en la que tienes acceso a prácticamente todos los colores imaginables, resulta sorprendentemente refrescante volver conscientemente a esta estructura de paleta centenaria.

Los pigmentos que dieron forma a sus pinturas

La paleta clásica de los antiguos maestros era pequeña, funcional y sorprendentemente versátil. Pigmentos como el blanco de plomo, los ocres, el negro de hueso, el bermellón y diversos tonos tierra constituían la base de su trabajo. Lo que a primera vista parece una limitación era, en realidad, una gran ventaja. De ahí surgió una armonía natural que aún hoy reconocemos. Para ello, utilizaron propiedades que hoy en día son poco frecuentes. El blanco de plomo, por ejemplo, se secaba muy rápido, lo que permitía a los pintores trabajar mucho más rápido que si hubieran utilizado blanco de titanio en aceite de alazor, una combinación moderna pero considerablemente más lenta de secar.

La paleta de Zorn y las interpretaciones modernas

Curiosamente, los maestros posteriores también eligieron conscientemente una paleta limitada. El pintor sueco Anders Zorn trabajó con lo que hoy se conoce como la «paleta de Zorn»: Rojo cadmio, amarillo ocre, negro marfil y blanco. Con solo cuatro colores, podía crear casi cualquier tono. A menudo me recuerda a las paletas que yo mismo utilizo en las reconstrucciones de Rembrandt: amarillo ocre, bermellón de mercurio, negro hueso y blanco de plomo. Hoy en día, el bermellón en tubo ya no es, por supuesto, bermellón de mercurio tóxico, sino una imitación sintética afortunadamente igual de brillante, pero mucho más segura.

Por qué las limitaciones siguen siendo útiles para los artistas

En mi trabajo, suelo optar por esta estructura de paleta tradicional. No por nostalgia, sino porque las limitaciones obligan a ser ingenioso. Con un puñado de colores, hay que mezclar cuidadosamente cada matiz. Los tonos suaves de la piel, las sutiles semisombras y los tonos cálidos y profundos no provienen de un tubo ya preparado, sino que a menudo son el resultado de un proceso de mezcla, capa tras capa.

Artesanía, sencillez y relevancia contemporánea

Y eso es precisamente lo que hace que la paleta antigua vuelva a ser relevante para los pintores modernos. En una época en la que muchos artistas buscan autenticidad, sostenibilidad y tranquilidad, la sencillez de la paleta del siglo XVII encaja muy bien. Se adapta al trabajo minucioso y a la apreciación de la artesanía por encima de la velocidad. También proporciona un punto de partida claro para aquellos que quieren experimentar con técnicas clásicas como la veladura, la imprimatura y la mezcla óptica.

Cómo las limitaciones aportan concentración y libertad

Lo que más me atrae personalmente es que esta limitación es, en realidad, liberadora. Menos opciones aportan más concentración. Una vez que comprendes cómo se relacionan los colores entre sí, surge una especie de tranquilidad en el proceso de pintura. Y si observas detenidamente los autorretratos del siglo XVII, notarás algo sorprendente: cuando los pintores pintaban sus propias paletas, siempre parecían tener la misma composición: tonos blancos, ocres, rojos y sienas, marrones y negros en el mismo orden en sus paletas de madera. Es como si todos hubieran recibido clases del mismo maestro. A veces, se puede encontrar una nueva perspectiva en una paleta antigua.

Sobre el autor

Este blog ha sido escrito por Nard Kwast. Nard Kwast (1973) nació y creció en el norte de los Países Bajos. Vive y trabaja tanto en los Países Bajos como en Bélgica. Su talento para el dibujo se desarrolló a una edad temprana y, en su adolescencia, descubrió su fascinación por los maestros del siglo XVII. Su decisión de tomar clases particulares y sumergirse en las técnicas clásicas de la pintura al óleo surge de una profunda pasión por estos métodos y materiales tradicionales.

Durante las últimas décadas, Nard ha desarrollado un estilo distintivo que hace clara referencia a los pintores del siglo XVII. Continúa explorando y perfeccionando este estilo y disfruta compartiendo sus conocimientos a través de clases magistrales.

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